martes, 2 de julio de 2013

Entrevista a León Gieco

(Publicada en Hecho en Buenos Aires, noviembre 2011)

Un disco, una armónica y un atril. No hizo falta mucho más para que el destino de León Gieco cambiara para siempre. Fue hace más de 40 años, tenía 18 años y un plan: grabar algunas cosas en Buenos Aires, hacer unos pesos y volver a su pueblo para poner una verdulería, tal vez una carnicería. 

Hoy, a días de cumplir 60, recuerda aquellos años. “Un día estaba en la pensión y cae el bajista de mi banda del pueblo, Los Moscos, con Claudio Gabis. Yo no lo podía creer, un guitarista pionero del rock nacional, que en ese momento se había ido de Manal. En un momento que nos quedamos solos me pregunta ‘Y vos pibe que hacés acá?’ ‘Vine a grabar’, le dije y me respondió: ‘¿Y qué escuchás’ vos? ‘Bob Dylan’, tiré sin aclararle que me había comprado el disco The Freewheelin' dos días antes. A mí me llamaba la atención que Dylan fuera el autor de todos los temas. ‘Ahh, así que te interesa ese sonido, mañana te traigo una armónica y un atril’. Y cumplió. Así empecé a componer sobre ‘Blowing in the Wind’, la armónica era perfecta para eso porque era en La mayor, y por eso mi primera canción Hombres de Hierro es tan parecida que parece un afano total.” 

La entrevista en las oficinas del Grupo Dharma, en Palermo, tiene un propósito: promocionar El Desembarco, su nuevo CD que publica tras seis años sin editar un trabajo solista. Pero hay algo (el propio disco, la coyuntura actual, el número redondo del cumpleaños que se acerca tal vez) que llevará la conversación varias veces a aquella época, comienzos de la década del 70, sin que olvide mencionar con pasión sus últimos trabajos solidarios y artísticos. En el último lustro, se sabe, León no se tomó vacaciones. 


Volvemos a 1972. “A partir Hombres de Hierro, que habla del Mendozazo, una revuelta popular, se destapó una olla y empecé a escribir otras canciones. En el primer año de estar acá ya tenía 10 o 12 y se las terminé mostrando a Gustavo Santaolalla, que terminó siendo el productor de mi primer disco. En esa época, todos los pibes de politizaban porque bregaban por la vuelta de Perón en contra de la dictadura de Lanusse. Ya habían ocurrido los fusilamientos de Trelew y estaba todo caldeado. Algunos se iban a los partidos políticos y nosotros politizamos la canción”, recuerda antes de regresar a 2011 para introducirnos en “El Argentinito”, el corte que la discográfica eligió como primer caballito de batalla, ideal para tiempos de campaña electoral. “En aquella época en el ámbito de la juventud militante (muy parecida a la de hoy), había un término que era el de ‘enano fachista’ al que yo hoy lo cambié porque ‘enano’ es una palabra que se utiliza para referirse a una persona discapacitada. Lo llamo ‘pequeño argentinito’. Es el tipo que tiene familia, trabajo, puede tomar aviones y cuando regresa a aeroparque ve la villa 31 de Retiro y dice: ‘que bueno una topadora para volar esto’. Todos lo tenemos dentro, Macri es un chivo expiatorio, Macri es parte de nosotros. Uno cree que los militares argentinos son bestias, animales. Nooo, los animales son muchos mejores, son seres humanos, como todos, Tenían sus hijos, hacían el amor con la mujer y a parte de eso eran tremendos asesinos, torturadores, violadores, robaban chicos...”

Como la mayoría de las canciones del disco, El Argentinito, un rock potente, fue grabada en Los Ángeles con músicos de allá.Tipos a los que León llama “primos hermanos”. “Hacen un sonido que está en el living de mi casa desde que tengo 18 años. Quiero que se entienda eso, no es que voy a grabar a Estados Unidos porque allá hay mejor tecnología. Acá se consigue eso. Pero por ejemplo, al googlear al baterista Jim Keltne la misma noche que grabé con él, descubrí que además de tocar con Dylan, con Lennon (en Imagine), en Bangladesh, descubro que tocó con Ry Cooder y Willie Nelson y que, además, había grabado con Harry Nilsson en varios discos, entre ellos el segundo disco que conseguí al venir a Buenos Aires y que compré tras escuchar un rumor que decía que Paul McCartney seriá reemplazado por Nilsson -amigo de borracheras de Lennon- en los Beatles.

Además varios músicos de la vieja guardia del rock y la canción de protesta norteamericana, participan del disco, entre otros atistas, la cellista sino-americana Tina Guo, Luis ALberto Spinetta y, en una nueva versión de Bicentenario, sus viejos amigos de PorSuiGieco: Charly García, Raúl Porchetto, Nito Mestre, y María Rosa Yorio. Vaya sorpresa.

Sobre la forma en que nació el tema rememora: “Un día me llama Tristán Bauer, el director de Canal 7, y me dice: ‘León, me pidió la presidenta que les tire una onda a ustedes para hacer una canción para el Bicentenario porque los festejos van a ser muy grandes’ Y yo le dije: ‘mirá, esa canción ya la compuse, se llama Cinco Siglos Igual’ Y me respondió: ‘No, necesitamos algo más up’ Y yo: ‘¿Y por qué una más up? De estos 200 años no tengo mucho para festejar’. De mi vida tengo para festejar los meses que estuvo Cámpora, los dos primeros años de Alfonsín y este gobierno. Es lo único que festejo, más o menos, todo lo demás es una catástrofe. Y del resto de los 200 años que voy a festejar? ¿las matanzas? Entonces pensé en no hacerla porque no tenía el optimismo necesario. Pero en eso Raúl Porchetto me trae una canción con una música hermosa, tipo George Harrison, y me dice ‘no tengo letra pero tengo la primera frase: Y van dos siglos de guerra y paz.’ Entonces hice una letra que habla de las dos posibilidades: vida y muerte, guerra y paz, y de que somos un país que siempre esta esperando al político paternalista que nos va a venir a salvar, porque nosotros nos hacemos los pelotudos, siempre le estamos echando la culpa a los políticos y nos creemos unos santos.”

Mientras preparaba El Desembarco, León pudo palpar la crisis, no la de los mercados, sino la de la gente, en una ciudad enorme y repleta de smog. “Se quedó mucha gente sin poder pagar la casa, el sistema es capitalista perverso. Perdieron todo lo que tenían. Por ejemplo en el downtown de Los Angeles hay una villa de unos dos mil o tres mil homeless, eso lo ví con mis propios ojos. Casuchas de cartón y latas; es la primera vez que se ve eso en Estados Unidos. Y me enteré que muchos inmigrantes, sobre todo latinos, se volvieron a sus países de origen porque se quedaron sin casa”. De todas formas para el autor de “Solo le pido a Dios”, los estadounidenses tienen al menos una ventaja sobre nosotros: “Cuando no están en crisis lo que hacen lo hacen bien. Si hacen un puente lo hacen para siempre, igual una autopista, una plaza. En cambio nosotros cuando hacemos algo, como tenemos la corrupción instalada, si hacemos algo lo hacemos más o menos, total como en cuatro años ya no se es gobierno que se arreglen los que vendrán después.”

El disco fue grabado en vivo, en cinta, y posee un sonido profundo, analógico, difícil de conseguir en el mundo digital. Algunas partes se grabaron en el Río de la Plata, como los aportes de Rubén Rada y Hugo Fattoruso para “Las cruces de Belén”, una canción que recorre el Uruguay a través de los nombre de santos de muchos de sus pueblos. Una idea que en algún momento Gieco piensa trasladar a nuestro territorio para organizar una gira por la Argentina: “Somos el país que más nombres de militares tiene en calles, pueblos y ciudades. Estoy buscando hacer una gira por ellos y hacer el gran cierre en General Roca, por supuesto, el genocida máximo.”

En Estados Unidos, la megabanda le agregó batería y guitarras a los tambores uruguayos. “Ellos se dijeron vamos a hacer un ‘híbrido’ y salió algo interesante. Creo que es porque nosotros somos híbridos”, especula. “Nuestra economía fue manejada por Estados Unidos e Inglaterra y con eso vino la música, el cine. Somos muy dependientes del rock norteamericano e inglés en Argentina y si a la larga lo analizás no hay contradicción entre Atahualpa y Lennon. Es más, serían amigos. Podrían tener tranquilamente un diálogo de amistad”. 

No lo dice, pero León podría ser un buen nexo para concretar ese diálogo imaginario entre ambos personajes. “A mí no me podían catalogar. Después de “Solo le pido a Dios” me fui al exilio porque me habían amenazado, era el 78, saqué “Cachito campeón de Corrientes” y no sabían dónde ubicarme; hasta que un día se aclaró todo: me invitaron un 25 de febrero al Cosquín Rock y un 26 al Festival de Folklore. Yo creo que el rock es una música tan liberadora que te permite aprender bagualas o hacer un chamamé con actitud rockera como era Cachito”

Todavía le sorprende que le pidan en los recitales canciones como aquella y admite que el reconocimiento de la gente es algo que “está buenísimo”. “Cuando voy por la calle me saluda el basurero, el taxista. Algunos me dicen que no están de acuerdo con mi ideas pero tal vez rescatan lo que hice con los chicos en el documental Mundo Alas, siempre algo positivo. Otro cantar son los fachos de internet que no dan la cara pero escriben barbaridades”. 

- ¿Por qué elegiste el nombre “El Desembarco” para el disco?

-Los que especulan económicamente le ponen el nombre de la canción que va a ser un hit. A mí no me gusta hacer eso porque el disco no es solo “El Argentinito”, y además sería un nombre feo. “El desembarco”, en cambio, sugiere muchas cosas y además es una palabra hermosa, porque es desembarcar, llegar a la costa. Nosotros que somos hijos de europeos, es una llegada, es llegar con nuevas cosas, puede ser el desembarco de nuevas canciones.

Además, El Desembarco es una de los 12 temas que compones el disco. En un momento dice: “Hay quienes desembarcan ardiendo con un grito / Sin barcos ni armas por la vida”. “‘El desembarco’ es como llamó Hebe de Bonafini al momento en que entró en la ESMA”, cuenta León. “El tema no habla de eso pero sí lo menciona, habla de las diferentes personas, gente que positiviza lo negativo, gente que muere de tristeza, como murieron algunos padres de chicos desaparecidos. Esa frase hace referencia al desembarco de los Derechos Humanos”.

-¿Esperabas ver a los militares enjuiciados y presos?

- La verdad no puedo creer el trabajo de justicia que se está haciendo al respecto. La verdad que no me lo imaginé, creí que todo lo que hicimos, por ejemplo en Mendoza, con Madres e HIJOS de allá, donde fui amenazado, había sido en vano. Después del indulto de Menem me dije ‘acá sonamos’, fue un atraso muy grande. Yo creo que respecto a los Derechos Humanos Argentina en una ejemplo en el mundo”, explica. “Voy a la ESMA ahora y me parece increíble que esté funcionando ahí un Espacio de la Memoria. Es por eso el disco tiene todas fotos sacadas ahí.

Al imaginar una presentación completa del CD León Gieco planea un recital, (arriesga mayo de 2012) con una hora dedicada a tocarlo de pe a pa y una maratón previa con sus otras formaciones: Las Guitarras del Amor, el grupo heavy D-Mente, el grupo femenino Planeta de Mujeres y la formación de Mundo Alas. Antes, la grabación de un video y un programa de recitales solidarios para Canal Encuentro, entre recitales de verano en el interior del país. Se sabe, León Gieco no se toma vacaciones.






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